Kris Dunn remonta su mala temporada como novato

Comienza a demostrar por qué fue elegido el quinto

Kris Dunn y sus compañeros en el Madison - Nil Alemany (SB)
Kris Dunn y sus compañeros en el Madison – Nil Alemany (SB)

La  temporada de Minnesota se está haciendo larga. Muy larga. Una racha de seis derrotas consecutivas tras un gran mes ha acabado con las esperanzas de PO en Minneapolis. La inconsistencia de uno de los proyectos jóvenes más prometedores deja a los aficionados con una agria sensación. Y ya van doce años por el camino de la amargura.

Los más aventurados confiaban en que este año, el equipo llegara a su meta por fin. Otros éramos mas escépticos ante un proyecto precioso pero verde hasta el punto de tener nuevo mandamás en el banquillo (y en la oficina). Y hablando de verde, es el adjetivo más utilizado para la ultima elección de los Timberwolves.

Kris Dunn llegó a las Ciudades Gemelas con la vitola de jugador universitario contrastado. Completó el ciclo completo en Providence, demostrando ser un point guard de marcado carácter defensivo, atlético, inteligente y con un sobrio manejo y visión del juego. El propio Thibodeau depositaba sus esperanzas en él al principio del verano.

«Pienso que defensivamente es bueno. Está preparado para la defensa NBA y continúa aprendiendo sobre el juego».- comentaba Tom durante el verano.

Todo parecía bonito, un cuento de hadas antes de comenzar la regular season. Pero como si de un azucarillo se tratase, Kris Dunn se diluyó tan rápido como el optimismo  en la franquicia.

Para un prospect que en su último año NCAA promedió unos guarismos de 16,4 puntos, 6,2 asistencias, 5,3 rebotes y 2,5 robos por partido (ganando el Big East Player of the Year), su temporada rookie podría calificarse como decepcionante. ¿O no?

A veces, las ilusiones que crean los mocks del draft, los vídeos de highlights y la prensa en general, producen en los aficionados la absurda idea de que su seleccionado será el nuevo Jordan, LeBron o Paul.

Nada más lejos de la realidad. A falta de 9 partidos, Dunn ha llevado su marca hasta los 3,9 puntos, 2,3 asistencias y 2,2 rebotes en 16,9 puntos por partido. Sin duda, malos números  que dejan peor sensación al ver su 38,6% en TC y su 30,3% en tiros desde el arco. Además, la mejor racha de los lobos durante el principio de marzo coincidió con Kris prácticamente fuera de la rotación.

Este toque de atención caló hondo en el rookie. Cambió su actitud llegando a disputar hasta los minutos decisivos contra los Spurs. Su juego se ha vuelto más consistente en los últimos  partidos  (de disimulado tanking). Pero conozcamos un poco más el juego de Kris Dunn.

En el apartado ofensivo, nunca ha sido un buen tirador, pero si un decente penetrador por su fuerza y físico privilegiado. Por eso no debería llevarse nadie las manos a la cabeza con sus porcentajes, Dunn es lo que es. En cambio, si debemos alarmarnos ante las dificultades que sufre cerca del aro (46,5%, lejos del 57,2% que marca la liga). Esto está cambiando en los últimos partidos, en los que cada vez deja mejores sensaciones en ataque. A pesar de esto, la ofensiva de Minnesota aún se resiente con él en pista (ofensive rating: 108,8 sin él por 105,2 con él).

Es en el apartado defensivo ha mejorado en estos últimos compromisos. Algo raro teniendo en cuenta que era el apartado que más trabajado tenía. Sigue teniendo falencias en defensa colectiva, perdiéndose en el tráfico y en los bloqueos en demasiadas ocasiones.

Por el contrario, en la defensa individual, sobre el balón, es donde Kris Dunn muestra su mejor cara. Una envergadura de 2,07 metros y un atletismo por encima de la media le permite cortar líneas de pase e incordiar el bote del contrincante. En el último partido en Indianapolis, consiguió «mangar» 4 balones. Promedia más de 2 robos en los últimos 6 partidos.

Minnesota mejora en defensa si Kris está en pista. El defensive rating del equipo con Dunn es de 106,5, mientras que sin él empeora hasta 108,7.

La paciencia es un bien preciado por lo escaso que se ha vuelto en nuestra actualidad. Valorar un rookie se ha vuelto más fácil cada día. Luego nos llevamos sorpresas (ejem McCollum ejem) y es normal, por muy preparados que parezcan la NBA no deja de ser una liga voraz, y la situación personal es distinta para cada uno de ellos. Permitamos que los años y las oportunidades nos guíen. Los 4 robos contra Pacers, los 17 puntos contra Trail Blazers o las 7 asistencias contra Lakers muestran un panorama no tan negro.

¿Por qué no dejamos que Dunn nos sorprenda?