Los Washington Wizards ganan en la vuelta de Jennings al MSG

Washington Wizards 106-103 New York Knicks

Brandon Jennings volvió a encontrarse con sus ex-compañeros/Keith Allison (CC)

Brandon Jennings no tuvo la salida más sana de los New York Knicks hará apenas un mes. Por si fuera poco, ha despotricado a diestro y siniestro sobre el equipo desde su marcha y el Madison Square Garden tomó nota de ello para su cálido recibimiento anoche en la victoria de los Washington Wizards.

Sin embargo, fueron los visitantes quién se llevaron este partido ante unos Knicks que no pudieron contar con Chasson Randle, Lance Thomas y Kristaps Porzingis (además de las sonadas bajas de Derrick Rose y Joakim Noah). Marshall Plumlee sería titular al lado de Willy Hernangómez, y casi sale bien el experimento.

Lo cierto es que los Washington Wizards fueron mandando en el partido desde muy pronto. Haciendo muchísimo daño con el tiro exterior, especialmente, pues los Knicks estuvieron realmente bien pero no llegaban a ese nivel de acierto. Eso les mantenía fuera del partido. Reboteaban mejor, movían la pelota a la par, pero el triple no era su campo.

Los capitalinos llegaron a mandar hasta por 15  puntos, pero los locales no perdían la cara al partido. John Wall y Bradley Beal tuvieron un partido sobresaliente. Sin embargo, algo cambió en el último cuarto para unos Knicks que despertaron de la mano de Sasha Vujacic, inspiradísimo. Llegaron incluso a estar por delante a escasos minutos del final.

A pesar de ello, su verdugo fue el mismo que había estado haciéndole daño todo el partido: el triple. Los visitantes anotaron cuando más lo necesitaron y Carmelo Anthony marró el triple que hubiera llevado el partido a la prórroga.

Brandon Jennings, el peor de los Washington Wizards

El base ex de los Knicks aportó lo mismo que un cero a la izquierda cada vez que entró en pista. ¿Recuerdan eso de «no hay nada peor que un mal Jennings?» Ayer se lo aplicaron a los Wizards. 4 puntos (1-5 TC), 3 rebotes y 3 asistencias pero dando la sensación de ser demasiado intrascendente en ataque y muy, muy blando en defensa.