Sin Lonzo NO hay LAKERS
Como Lonzo Ball ha cambiado el devenir de Los Ángeles Lakers
Bienvenidos a «En qué piensa un Laker» , o por lo menos a lo que piensa el que aquí les escribe. Quizás estés de acuerdo, o en desacuerdo, con muchas de las cosas que mi materia gris produce… Pero lo que está claro es que el primer protagonista de este primer viernes de sección, ha cambiado, y mucho, el devenir de nuestros chicos de púrpura y oro.
Hoy les quiero hablar de Lonzo Ball, de lo que significa para Los Angeles Lakers, y de cómo su sola presencia, hace, e hizo, que este equipo se haya convertido en mucho más protagonista que de costumbre. Un jugador especial, con un entorno especial, pero capaz, de convertir en panes y peces todo lo que toca.
Lonzo, un jugador criticado y alabado desde la cuna, llegaba este verano a Lakers, con todas las miradas puestas sobre él. Acostumbrado a los focos, su padre se ha encargado de que su chico tenga esas miradas, pero también de que las aguante como nadie. El mayor de los Ball se introducía en el circo de la NBA, pero más aún, en el de Lakers. Y no sabia la que le iba caer.
Ya parece extremadamente lejano aquel primer partido de verano, donde estuvo mal o muy mal, luego cerraría bocas, algo que acostumbra hacer, solo en la pista, el entorno no importa, el tiene su propia burbuja. La burbuja tiene nombre propio, se llama baloncesto.
Tras ese primer capítulo de críticas, llegarían otras, mil y una, hasta situarnos en lo que importa, la mejor liga del mundo, la NBA. Una vez allí, y como en verano, empezaría de menos a mas, como necesitando amoldar su burbuja al gran circo. Todos le miraban, muchos le criticaban, algunos jugadores le esperaban, pero él hizo bueno eso tan londinense: Keep Calm and Carry On (Mantén la calma y sigue adelante).
Y así fue como Lonzo Ball siguió trabajando, al principio horrible en el tiro, algo que debe mejorar, quizás por momentos sin fuerza, como impresionado por todo y por todos. Pero poco a poco el ruido se fue diluyendo, su burbuja empezaba a hacer su trabajo, le empezó a aislar del sucio ruido. Como hizo siempre, él aislado, y solo esperando a que llegase su baloncesto, ese que nunca le falla, el que siempre le acompaña.
Así poco a poco, empezó a caer el peso de los números, pero también de sus actitudes, esas que hacen que quiera mejorar día a día, esas mismas que le hacen aprender más rápido que nadie, como un superviviente. Las mismas, que le han convertido en una presencia defensiva de primer orden para su equipo, las mismas que provocan que su equipo sea ordenado a su paso, y desordenado cuando él no esta.
Esto mas que nunca se ve cuando él es la baja de la noche, su equipo aún no ha ganado en lo que va de liga cuando Lonzo no juega ese día, 8 partidos y 8 derrotas. Y el diferencial es realmente doloroso, menos 16 puntos para el equipo rival, solo un punto cuando Lonzo juega. Sin lugar a dudas, hay un antes y un después de Lakers, cuando los mandos los lleva ese chico de Anaheim.
Mas allá de virtudes, defectos, o lo deportivo, está claro que hablar de Lonzo es hablar de una multiplicación del foco mediático. Sin duda, si hay una franquicia que brilla por su presencia en los medios, esos son los Lakers. Pero el tiempo de crisis deportiva, había provocado que esto no fuese tanto, y la llegada de otros jugadores jóvenes, y con Kobe Bryant retirado, hizo que también llegase la crisis en los medios de la franquicia californiana.
Todo eso cambió con la presencia de Lonzo, en gran medida por el trabajo realizado por su padre en los medios, pero también, porque este crió responde en la cancha a la exigencias de medios, aficionados, y de un padre que convirtió a su hijo más mayor, en todo un estandarte. Si los Ball son una marca, tengan claro, que su primer producto se llama Lonzo, o como ellos prefieren llamarle, ZO.
Así es como Lonzo Ball arrastra atenciones, criticas, pero sobretodo baloncesto púrpura y oro. Angelino desde sus entrañas, los Lakers tienen en él un líder, una caja registradora, pero sobretodo, un tipo que parece mejor cada vez que acumula segundos en una cancha de baloncesto. Y eso, señores míos, es lo que diferencia a los mediocres, de los elegidos.
Nos vemos el próximo viernes, disfruten del basket!!!