Hace 7 meses escribí en esta web un artículo de opinión sobre Emmanuel Mudiay, debido a las constantes críticas que le caían al jugador por sus problemas con las pérdidas, llegando a ser acusado de «pufo» o demás lindeces que salían de las bocas de varias personas que, luego sin miedo alguno, llegaban a confesar no haber visto jugar apenas al congoleño.
Pues bien, en ese artículo lo que pedía era que la gente tuviera paciencia con él, ya que después de su estrepitoso estreno con 11 pérdidas y cerrando el mes de Octubre con una media de 7.5 pérdidas, y seguir hasta Enero con más de 3 pérdidas por partido, el jugador bajó considerablemente esas estadísticas en Febrero. Logró mantenerlas hasta final de temporada, terminando la Regular Season con 3.2 pérdidas por partido, un dato que para nada lleva a tirarse d e los pelos tratándose del base titular del equipo y habiendo sido su primera temporada en la NBA.
Mudiay tuvo un gran progreso durante toda la temporada, y no solo en temas de pérdidas, sino que mejoró en su acierto de cara al aro, tanto en tiros de campo como en tiros de 3, y en tiros libres, aprendió a dejar atrás su nerviosismo y a mostrarse mucho más seguro. Modificó (sí, como lo leen) su mecánica a mitad de temporada y aprendió a llevar un ritmo de juego mucho más lento con el que se sentía mucho más cómodo. Aun así, sigue teniendo varios aspecto en los que mejorar, como son la defensa y los lanzamientos a canasta. Esta pretemporada está sirviendo de claro ejemplo para ver que son sus puntos más débiles.
Mudiay lleva en esta pretemporada 8.3 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias en 24.5 minutos. Los datos no parecen tan malos porque el último partido que jugó de los dos contra Lakers consiguió 14 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes, con lo que ha maquillado un poco las estadísticas, pero en sus dos primeros partidos de pretemporada sólo consiguió 11 puntos entre los dos, con un pésimo 23’8% en tiros de campo. Del partido contra los Warriors no hablamos porque, al fin y al cabo, no pudo disputarlo entero por el esguince que sufrió. Podríamos excusarnos en que es la pretemporada y que el jugador necesitaba coger el ritmo, pero la verdad es que Mudiay apenas ha estado quieto entre los partidos que jugó de la Summer League, los entrenamientos con el Team USA junto a Gary Harris y ahora el training camp. Entonces, ahora es momento de cambiar un poco el discurso y pasar de la paciencia a la acción.
Sí, es un cambio de mentalidad (general, no solo mío) muy repentino, pero necesario. El congoleño mejoró bastante durante el trascurso de la temporada, pero necesitamos que dé un paso más (o unos cuantos más). Tiene que mejorar urgentemente la defensa y los lanzamientos en estático, son las dos facetas que Malone tendría que ponerle como deberes, ya que parece que Mudiay en vez de esforzarse en mejorar este verano se haya dedicado a hacer pila.
Para más inri, los Nuggets han fichado a Jamal Murray, quien después de una Summer League en la que me hizo pensar de forma no muy agradable en la familia de Connelly, al ver ante mis ojos a un chupón de cuidado, está cuajando una pretemporada muy buena, adoptando mucho mejor un papel de supuesto base y le está comiendo terreno a «Mudi» actuación tras actuación. Entonces, ¿qué podemos hacer con Mudiay?
Desde Denverstiffs.com se comenta la posibilidad de que los Nuggets fichen a un entrenador de tiro para él; y es que es cierto que ha tenido la ayuda constante de un hombre experimentado como Mike Miller, pero la contratación de un entrenador de tiro parece empezar a ser urgente y cada vez más con cada día que pasa viendo los resultados.
Mudiay, antes del All-Star firmaba un 27.2% de acierto en tiros de 3, un 36.2% de acierto en tiros de 2 y un 61.6% de acierto en tiros libres. El parón le vino muy bien, ya que pasó de esos promedios a promediar 36.4% en tiros de 3, un 40.4% en tiros de 2 y un 77.5% en tiros de 2. Con esa mejora, todos empezamos a descorchar el champán viendo como Mudiay dejaba atrás su infierno personal y emergía como el jugador rookie que debía ser, incluso siendo el líder ofensivo ante el bajón de Will Barton y la lesión de Danilo Gallinari. Pero esta pretemporada está recordando al peor Mudiay que hemos visto y, son solo partidos de pretemporada, no habría porque alarmarse, pero lo cierto es que el asunto tiene mala pinta si los Nuggets no le ponen una solución. De momento, vamos a ir guardando el champán en la nevera. El tiempo dirá si lo podemos volver a sacar o si se queda ahí y nosotros con las ganas de sacarlo de nuevo.
